Casa de Uriel en Japón

-Un poco-se ríe

*Se ríe*
- ¿A que lo sé bien?

-Sí, pero si a ti no te sobra la cosa no es que sirva de mucho-se ríe

*Se ríe*
- ¿Y si te digo que me sobra?

-Entonces la cosa va mucho mejor.-se ríe

- Pues creo que me sobra *se ríe*

-Entonces quitatela-le besa

*Le devuelve el beso y se ríe*
- Quítamela tú.

-Eso suena muy bien-sonríe y empieza a quitarle la camiseta

*Se ríe*
- Sabía que te gustaría la idea.

-Me encanta la idea-sonríe y continua desnudandole

- Lo sabía *se ríe y le besa*

-Que cuerpecito tan dulce-le besa en el cuello

*Se ríe*
- Lo que tú digas *le besa*

-¿Por qué siempre me lo pones todo tan dificil?

*Se ríe*
- Pues no sé, la verdad.

-Si no quieres hacer algo, o quieres volver a tu casa solo dimelo...-sonríe

- No seas idiota *se ríe*

-Pues no me lo pongas siempre tan dificil todo, Kei-sonríe

*Sonríe*
- Está bien, lo intentaré.

-Siempre lo dices, pero las cosas siguen igual

- Umm... Pues tienes razón...

-Claro que tengo razón.-se ríe

- Sí, siempre la tienes *se ríe*

-Al menos casi siempre-se vuelve a reir