Casa de Uriel en Japón

*Se ríe*
- Pues se nota, se nota.

-Y ya sabes cual es la causa de esa felicidad-le sonríe

*Sonríe*
- Me hago una idea *se ríe*

-Es que eres un chico listo-se ríe y le besa

*Le devuelve el beso y se ríe*
- Tampoco demasiado.

-Yo creo que sí y eres tan fantastico que no te importa lo que soy realmente, eso hace que seas aún más especial

*Sonríe*
- No veo razón por la que debería importarme.

-Normalmente la gente tiene miedo a los demonios, por si los corrompe o por si les hace daño de alguna manera, supongo que es algo más o menos normal... salvo para ti- se ríe

*Se ríe*
- Sé que tú no me harías daño.

-Claro que no te voy a hacer daño, yo solo quiero verte feliz, Kei- le sonríe y le besa suavemente

*Le devuelve el beso y sonríe*
- Por eso no te tengo miedo.

-Eres tan dulce... me haces feliz-le sonríe- Ven, vamos a hacer más fotos

*Se ríe*
- Vamos a llenar la tarjeta de la cámara.

-No importa, en casa de Ryuzaki podemos meterlas en el ordenador y vaciarla para mañana-le sonríe

- Bueno, siendo así... *Se ríe*

-Claro, no te preocupes, en casa de Ryu es como si estuviesemos en nuestra casa-le sonríe

*Se ríe*
- Menuda cara tenemos...

- Ellos están también gorronoendome en casa, así que estamos en paz- se ríe

*Sonríe*
- Pues venga, vamos a llenar la tarjeta.

-Quiero hacerte muchas fotos, quiero tener muchos recuerdos de este viaje-le sonríe

*Se ríe*
- Pero sólo mías no, eh? Tiene que haber de los dos.

-Haremos muchas fotos de los dos, pero sales tan bien en ellas que es tentador hacerlas solo de ti- se ríe

- No digas tonterías *se ríe*

-Hablo en serio, me gusta como sales en las fotos, no posas y sales muy natural, sales muy bien- le sonríe

*Sonríe contento*
- Pero tú sales mucho mejor que yo.