Casa de Uriel en Japón

- Sí, yo también estoy cansado *sonríe y sigue acariciándole el pelo*

-Duerme tú también, mi dulce Kei-sonrie mientras se va quedando dormido

- Sí, sí. *Sonríe y se acomoda un poco*

Le besa suavemente y se acurruca contra él para dormir

*Cierra los ojos y sigue acariciándole el pelo hasta que se duerme*

Finalmente se queda dormido con una sonrisa

*Duerme profundamente hasta la mañana siguiente*

Cuando suena el despertador Uriel lo apaga de mala gana.
-Kei... vamos, levanta...-susurra inclinandose sobre él

- Uh... ¿Ya?... *Adormilado*

-Por desgracia, hay que irse levantando...-bosteza

- Yo aún tengo sueño... *Bosteza también*

-Lo sé, mi dulce Kei, pero hoy tienes que ir a clase-se levanta-Voy haciendo el desayuno

- Umm... Está bien... *Se estira perezoso en la cama*

-Te vuelvo a llamar cuando este todo listo-le da un besito

*Se sienta en la cama para que se le pase el sueño*

Vuelve al rato.
-Kei, ya esta todo listo

- Sí, voy... *Bosteza* Cómo odio madrugar...

-Y yo... estoy deseando de que tengas vacaciones

*Se ríe*
- Si tú tienes ganas imagínate yo.

-Ya me imagino, tú tienes que tener muchas más ganas que yo, pero me imagino pasarme los días contigo y me impaciento-se ríe

*Se ríe*
- Por suerte las vacaciones no están demasiado lejos...

-Cuando las tengas nos dedicaremos a darnos la gran vida-le sonrie-Y el fin de semana a Kioto para ir abriendo boca

- Eso sí que me apetece *sonríe*

-Lo vamos a pasar muy bien, podemos ir a visitar templos tradicionales... esas cosas las conozco bien-le sonríe-Vamos, a desayunar

- Sí, buena idea *se ríe y va a desayunar*